Y que mé importa si no te das cuenta, nunca fuiste muy listo, siempre creíste mal... Suele pasar que muerdan la mano que acariciaba el rostro triste, sin motivo alguno más que querer demostrar que se puede ser infiel, los colmillos se entierran, esta vez no hay deseo, juego o poesía, sólo se entrega la simple necesidad de probar la salada sangre, y de esta manera lograr destruir cualquier síntoma de entendimiento. Tu delirio de ser perfecto sólo genero un vacío que un mar no pudo llenar, de pronto, tu alma decidió abandonar los recintos más profundos y vacaciono por el infierno buscando alojamiento, tu cordura se tomo una licencia en un mundo paralelo de donde no pudo salir más, y vos solo quedaste con el espacio que dejó una esperanza que nunca estuvo. Las migajas de una existencia que no dio tiempo a existir se desvanecieron, y de pronto sólo pudiste estar solo. Simplemente solo.
